Las várices son venas subcutáneas dilatadas que han perdido su capacidad de mantener el flujo sanguíneo en un sólo sentido debido a un mal funcionamiento de las válvulas. Esto provoca un estancamiento de sangre, causando dolor y complicaciones.
Suelen presentarse en mujeres y sus principales causas son:
- Herencia familiar: La mayoría de los casos se refiere a una tendencia hereditaria que provoca que las válvulas y venas tengan una menor calidad, llevando a que no cierren correctamente. La sangre retrocede, la vena se dilata y la sangre se estanca dando lugar a la famosa várice.
- Exceso de peso: El sistema circulatorio está diseñado para un determinado peso. En caso de que sea mayor al promedio, habrá un porcentaje de circulación para el cual no estaremos preparados, forzando así el sistema y produciendo un esfuerzo mayor por parte de las venas al sacar sangre.
- Sedentarismo: Con la falta de ejercicio, los músculos no favorecen el retorno de la sangre venosa por lo que, con el tiempo, aparecen várices.
- Trabajos prolongados de pie: Las piernas inmóviles hacen que la sangre se quede abajo, por lo cual cuesta mayor trabajo sacarla de allí. Por el contrario, cuando uno mueve las piernas, el masaje generado por los músculos empuja la sangre y la hace avanzar.
- Anticonceptivos orales: Los mismos favorecen la retención de líquidos. Esto lleva a una falla de las venas reticulares y a la formación de telangiectasias o “arañitas superficiales”.
El problema de las várices no es solamente estético, sino que implican pesadez, calambres, picores, y pueden derivar en problemas graves como la flevitis, hemorragias e incluso trombosis. Por este motivo, se les debe prestar especial atención y tratar de prevenir sus consecuencias.
Gracias a su gran poder antiinflamatorio, analgésico, vasoconstrictor y regenerador celular, el Aloe Vera es un eficaz tratamiento para las várices. Reduce la inflamación y el dolor, regulando la circulación sanguínea.
Naturaloe te recomienda:
Aplicar Gel de Aloe Vera*, realizando un masaje ascendente. Mantener las piernas en alto durante 10 minutos. Repetir este tratamiento 2 veces por día.
*Para un mayor alivio, se recomienda almacenar el gel en la heladera.
