martes, 26 de noviembre de 2013

Las Estrías y el Aloe Vera



A menudo nos sucede que, cuando aumentamos o disminuimos de peso muy repentinamente, comienzan a aparecer en nuestro cuerpo una serie de rayitas casi paralelas llamadas estrías. Se deben a un estiramiento de la piel, donde las fibras elásticas se rompen y la misma se "rasga". No suelen ser dolorosas y en general se ubican en el vientre, caderas, nalgas, piernas, muslos, brazos, espalda y senos.

Éstas pueden ser primero violáceas (la dermis aún mantiene su riego sanguíneo), luego rojizas y finalmente blancas. Sólo pueden ser tratadas, para minimizar sus efectos, cuando su color es violáceo. No desaparecen completamente.


Existen 2 tipos de estrías:
  • De distensión: Se observan a menudo en mujeres embarazadas, obesos que han perdido peso drásticamente y en patologías como el síndrome Nefrítico y Asciti.
  • Purpúreas: Son de color violeta o rojo oscuro y son signo característico del Síndrome de Cushing, por la producción excesiva de cortisol o consumo prolongado de corticoides.

El Aloe Vera activa los fibroblastos y el colágeno de la piel, otorgándole elasticidad, nutrición y firmeza. Se lo debe aplicar tres veces al día en la zona deseada, para lograr resultados al penetrar las tres capas de la piel.