Normalmente, cuando uno habla de Aloe Vera,
vincula este producto con gente mayor. Pero lo que muchos ignoran, es que el
Aloe puede ser muy útil para los niños.
Ya sea jugando o aprendiendo, los niños
tienden a lastimarse, quemarse, exponerse constantemente al sol o contraer
alergias. Para todos estos casos, esta planta es ideal: sus propiedades
curativas ayudan a calmar la zona afectada sin generar ningún tipo de ardor.
Además, al ser su gel incoloro, los niños no tienden a asustarse y desconfiar
como suele ocurrir con otros productos.
Empezando por las quemaduras, el Aloe
Vera es ideal para aquellas de primer y segundo grado. Sus acciones
antibióticas y antibacterianas previenen las infecciones. A su vez, su acción analgésica alivia el dolor y su propiedad
regeneradora repara los tejidos.
Los más pequeños se lastiman y cortan
muy a menudo, por lo que es importante tener en cuenta que el Aloe no sólo
actúa como bactericida y analgésico,
sino que también limpia la zona afectada evitando posibles infecciones. Sus
funciones antisépticas y cicatrizantes ayudan a la regeneración natural de la
piel.
Uno de los problemas que más preocupa a
las madres son las quemaduras de sol. El gel de Aloe Vera actúa como bioregenerador celular, reconstruyendo los
tejidos de la piel y, al mismo tiempo, refrescando y calmando la misma.
Ante alguna de estas situaciones,
aplicar Gel de Aloe Vera. Su frescura tranquiliza al niño, generándole una sensación
placentera y agradable.