Al comenzar los días de calor, aparecen las preocupaciones por el cuidado de nuestra piel. La notamos seca y agrietada después del invierno, ya que el descenso de las temperaturas, la calefacción y el uso de agua muy caliente para bañarnos, afectan la hidratación de la piel. Es por esto que debemos mejorar su textura, preparándola para lograr un bronceado parejo, y cuidarla antes de las primeras exposiciones al sol (con la protección adecuada, claro).
Para mejorar el aspecto de nuestra piel, es muy importante la limpieza de la misma. La acumulación de impurezas forma una capa que se deposita sobre ésta y obstruye los poros, impidiendo que cumplan con sus funciones: eliminación de sustancias nocivas, intercambio hídrico, remoción de células muertas, lubricación de la epidermis y regulación de la temperatura corporal.
El Aloe Vera desobstruye los poros, transformando los depósitos grasos en sustancias jabonosas de fácil remoción con la limpieza cotidiana. Es un poderoso astringente que limpia profundamente las 3 capas de la piel.
Las propiedades regeneradoras de los productos de Aloe Vera flexibilizan las fibras elásticas de la dermis, fortifican las fibras de colágeno y estimulan la reproducción de células epiteliales. El Aloe es altamente nutritivo (contiene vitaminas, minerales y azúcares), favorece el crecimiento celular normal e hidrata los tejidos.
Para lograr una piel sana, cuidada e hidratada, Naturaloe te recomienda:
Rostro: Con la piel limpia, aplicar Gel de Aloe Vera. Repita este tratamiento 2 veces al día, por la mañana y la noche.
Cuerpo, manos y pies: Aplicar Crema Hidratante con 30% Aloe Vera Puro, Vitamina E y Cera de abeja. Realizar un suave masaje hasta que se absorba.
TIPS:
- Evitar el agua muy caliente a la hora de ducharse y utilizar jabones neutros.
- Beber alrededor de 2 litros de agua por día.
